¿La importancia de la 'partícula de Dios'?
Un tema como la física de partículas elementales me parece fascinante no sólo como conocimiento confiable sobre el universo sino, además, como materia de reflexión filosófica. Pero no me refiero al sensacionalismo vulgar de las charlatanerías astrológicas del New Age sino a cómo se logra una creencia cierta justificada; en otras palabras, me refiero a los temas de la epistemología o filosofía de las ciencias. Esos temas juegan un papel muy relevante para la madurez intelectual, una madurez con la cual se reconocen los límites de nuestro conocimiento y también con la cual se identifica tanto lo descuidado del periodismo sensacionalista —e.g., “la partícula de Dios”— como lo falaz de las posiciones dogmáticas exageradas debidas a la tergiversación de los avances científicos —e.g., la película “What the Bleep Do We Know!?” y su trastocada interpretación de la física cuántica, más todo aquel fraude sobre “Ramtha”—.
Enfatizo el plural en «filosofía de la ciencias» pues la filosofía de la física no es en su totalidad aplicable a otras ciencias, por ejemplo a la filosofía de la biología, como el reduccionismo exagerado pretende afirmar.
Definitivamente la imaginación humana puede ser algo muy vasto, puede haber mucho “espacio” en el fenómeno interior de la vida humana, y no ha faltado quien busque sobre-simplificarlo y caracterizarlo con falsas dicotomías, como por ejemplo la dicotomía mente-cuerpo, tan sólo porque presenta aspectos aún misteriosos por los cuales buscan dar “explicaciones” que no explican nada. Pero ese “espacio” no tiene por qué ser llenado con mentiras o medias verdades, quizá está ahí como un rasgo de cómo nosotros, como especie biológica, evolucionamos; es decir, como legitimización biológica de la búsqueda por entender más para temer menos.
Por otro lado, para comprender lo relevante del esfuerzo en física actual, como lo recientemente escuchado en las noticias sobre el bosón de Higgs, también es necesario contemplar la enorme presión que desde hace varias décadas tiene la comunidad de físicos teóricos. Pues la física teórica muestra cierto estancamiento e incluso notables niveles de sesgos de confirmación (confirmation bias). Como los que discute Lee Smolin en su libro: The trouble with physics.
No comments:
Post a Comment