Sunday, April 26, 2020

¿Progreso y modernidad?

Algunos estudiosos advierten que la así llamada posmodernidad no es algo homogéneo, sino un conjunto de posturas diversas. Muchas de ellas muy dispares entre sí.

Un grupo de esas posturas afirma que es un autoengaño, un espejismo, aceptar la creencia de que ya hemos logrado el ideal de progreso en la llamada modernidad. El problema es tomar algo por lo que no es. Por lo cual denuncian una usurpación: en donde sí se necesita progreso y modernidad se encuentra otra cosa que no es ni progreso ni modernidad, pero que recibe el nombre de modernidad.

Una evidencia de tal usurpación es, por ejemplo, el caso reciente de uno entre los así llamados “líderes mundiales” quien jugueteó con las palabras al respecto de inyectar lejía o blanqueador en un enfermo contagiado con SARS-CoV-2 para así desinfectarlo.

Cualquiera patina mentalmente y balbucea disparates, pero según no pocos de sus esbirros esa persona no es cualquiera, sino un “líder mundial”, con acceso a todo tipo de recursos de la supuesta vida moderna.